Clorador salino para piscinas en Puerto de San Vicente

El clorador salino para piscinas en Puerto de San Vicente, es una solución higiénica y natural para el agua de su piscina de obra en Puerto de San Vicente.

La cloración salina, y por tanto los cloradores salinos para piscinas en Toledo, ya se han transformado en una de las alternativas más demandadas para el tratamiento del agua de las piscinas, tanto privadas como públicas.

Pero igualmente debemos reconocer que aún tiene un esencial margen de aumento. Son muchas las piscinas de obra que no cuentan hoy en día con este sistema de desinfección de agua. Recordemos que se puede instalar en cualquier piscina de obra, ya sea de nueva construcción o una ya existente.

Una de las cuestiones más frecuentes que se proponen nuestros clientes del servicio, cuando cuando contratan nuestra empresa de construcción de piscinas en Puerto de San Vicente, es qué es el clorador salino y en que puede favorecer su uso a la piscina de obra, que quieren que les edifiquemos. Por esa razón, vamos a explicar que es la cloración salina para piscinas.

Habrán oído conversar bien poco o nada de la cloración salina o clorador salino para piscinas en Toledo. Y, la conclusión a la que llegan muchos de nuestros clientes, ya antes de contratar con nuestra empresa de construcción de piscinas en Toledo, se limita a la de «piscina con agua salada». Si bien, no van nada dirigidos, vamos a ver precisamente qué es el clorador salino para piscina, cómo funciona y sus beneficios.

En este artículo pretendemos explicar de la forma más fácil posible cuál es su funcionamiento.

Ante todo, debemos tomar en consideración que con la finalidad de qué un clorador salino funcione adecuadamente necesitaremos, ciertamente, agua y cloruro sódico (sal común). La concentración de este último es bajísima, {aunque|si bien||no obstante|además|incluso} puede corregirse en función de las necesidades del modelo y del fabricante correspondiente. Hace unos años, la concentración frecuente estilaba a estar sobre a los cinco gr/litro (Unos doscientos cincuenta kilogramos para una piscina de 50m3), si bien actualmente muchos modelos han reducido dichas concentraciones, pudiendo localizar cloradores salinos que requieren únicamente de una concentración de sal de dos ó 3 gr/litro.

Si acaso, estaríamos hablando de concentraciones muy, pequeñas a la existente en el agua del mar, que acostumbra a ser superior a los treinta gr/litro. Por cierto, asimismo existen equipos de cloración o electrólisis salina específicos para el tratamiento de agua de mar, mas ese ya es otro tema para otro artículo.

En cuanto a la sal, supuestamente podríamos aplicar cualquiera por otra parte cuanto más pura y limpia sea, mejor. Tendremos menos sedimentos y restos biológicos en el agua, el clorador operará mejor y la célula electrolítica nos perdurará más tiempo.

El funcionamiento se fundamenta en una alimentación de corriente continua, un electrodo formado por placas, por norma general simultáneamente, de las cuales una se conecta al lado positivo del alimentador y otra al negativo.

Una vez fuera del electrodo, los diversos elementos se unirán formando cloro (Cl), hidrógeno (H) e hidróxido de sodio (NaOH). Dicho cloro en el agua, elabora ácido hipocloroso (desinficionando al destruir diferentes bacterias y posibles patógenos o algas presentes en el agua).
Igualmente se habrán generado otros desinfectantes como ozono y oxidrilo radical.

Por consiguiente se habrán generado otros desinfectantes como ozono y oxidrilo radical.

Igualmente, el cloro igualmente habrá producido ácido clorhídrico, el cual equilibrará el hidróxido de sodio. De esta forma, volvemos a tener sal en el agua, y vuelta a comenzar.

Como ve usted, todo este proceso, limpia el agua de la piscina de obra en Toledo, simplemente, veloz y completa, consiguiendo una excelente calidad de agua, y reduciendo enormemente la necesidad de usar otros productos químicos.

Por todo lo anteriormente explicado en este artículo, nuestra empresa de construcción de piscinas de porcelánico en Puerto de San Vicente, aconseja la instalación de un clorador salino para piscinas de obra.

¿Inconveniente?

Todo el proceso ocasiona un desgaste del electrodo y las distintas placas con lo que con el uso y el paso del tiempo, vamos a deber proceder a su cambio.

¿Cada cuanto tiempo? Depende del uso que se le de y sobre todo, de las particularidades de dichas placas y el electrodo, que rectifican en función de cada fabricante. Evidentemente los hay muy diferentes y no son de la misma manera de productivos, ni duran lo mismo.

Además, un aspecto esencial es el de su instalación, que acostumbra a ser bastante simple (eso sí, dependiendo del espacio libre para su colocación). Simplemente tendremos que conectar el clorador salino al sistema de canalización (salida de impulsión; recomendablemente después de que el agua haya pasado por el filtro de la piscina).

Aquí vamos a deber tomar en cuenta además el diámetro de la tubería por si corresponde con el de la tubería existente o si va a ser inevitable el uso de adaptadores o reductores.

DESINFECCIÓN

La cloración salina para piscinas en Puerto de San Vicente, provoca en su piscina un poder desinfectante más puro que el del cloro químico ya que no contiene derivados ni conservantes y se disuelve en el agua a un ritmo perseverante y preciso, por lo que ejecuta la función de desinfección de una manera más eficiente.

El proceso que se genera en la cloración salina provoca una alta concentración de cloro en la célula, que es lo que erradica todos y cada uno de los elementos contaminantes, incluidos los originados de lociones corporales o las cloraminas, que son los que el cloro tradicional no puede quitar.

La cloración salina igualmente provoca otro proceso desinfectante a través del fuerte campo eléctrico que existe en la célula y que unido al que hemos comentado previamente hace qué el nivel de desinfección de la piscina sea estupenda.

SEGURIDAD DEL MANTENIMIENTO

La cloración salina de piscinas, no precisa ningún producto químico para desarrollar su función, ya que es un proceso natural provocado por electricidad y sal. Es por esta razón por lo que se suprime la manipulación de todos los productos químicos, impidiendo dificultades de seguridad tanto por la manipulación como por los olores que se originan en el local de la depuradora, adquiriendo un ambiente libre de riesgos.

CUIDADO DEL MEDIOAMBIENTE

La cloración salina se desarrolla por medio de un proceso natural, donde el cloro es generado y transformado, por una reacción química, al aplicar la electricidad a la sal.

Por lo tanto, cuando se emplea en la piscina un tratamiento de cloración salina se está previniendo emplear cloros químicos, conservantes o estabilizantes, por lo que se evita la emisión de CO2, asimismo todo lo que contamina el envasar y transportar cloros químicos.

Por ello nuestra empresa de construcción de piscinas de porcelánico en Puerto de San Vicente, aconseja la instalación de un clorador salino para piscinas de obra en Toledo.

No obstante, con la instalación de un clorador salino para piscinas de obra en Puerto de San Vicente, el control del cloro es automático si además nos ayudamos de un robot limpiafondos de piscinas en Puerto de San Vicente, tendremos gran parte del mantenimiento de nuestra piscina solucionado. Recuerde se debe mantener el control de la proporción de sal en el agua: de 4 a 5 kilogramo por m³. 

Un ya de por si entero sistema de desinfección para el mantenimiento de agua de piscinas como es la cloración salina, puede verse complementado por otros sistemas que le ayuden a ser aún más efectivo si cabe.

    SISTEMAS COMPLEMENTARIOS
    Como bien conocemos, la cloración salina o además llamada electrólisis salina, es un sistema de desinfección, año tras año, más usado en las piscinas de obra en Toledo, de hecho nuestra empresa de construcción de piscinas de gresite en Puerto de San Vicente, lo recomienda, cuyo principio esencial de operatividad es la de una simple resistencia de electrólisis, por medio de la cual, una mínima aportación de sal (habitualmente entre 2 y 6 gramos de sal por litro) se consigue generar Hipoclorito y oxígeno, que ayudan a desinfectar el agua de la piscina. posteriormente, se produce una oposición en la que se neutraliza dicho ácido clorhídrico con sosa (generada anteriormente a través de la diversidad de potencial de los electrodos), por consiguiente no se produce la perdida de ningún producto, manteniendo la concentración de sal de la piscina.
    NOTA: tengamos en cuenta qué frecuentemente, solo es imprescindible hacer una carga de sal cuando se ha producido una perdida de agua, bien sea por evaporación o los elementales lavados, etc, del sistema de filtración, y por los cuales resulta esencial llenar con más agua la piscina. es en estas circunstancias, cuando lógicamente es primordial la aportación de sal para sostener su concentración en el volumen total de agua de la piscina.Aunque la cloración salina es un sistema muy dilatado, hay sistemas complementarios que tienen la posibilidad de apoyar para que el clorador salino resulte aún más eficaz.

    Las constituciones de sistemas más usuales con cloración salina son los siguientes:

    Cloración salina + Ionización

Con la ayuda de la unión de iones de Cobre (Cu2+) y Plata (Ag+), la ionización ayuda a nueutralizar inclusive más, la aparición de hongos, bacterias, virus y algas.

Cloración salina + Ultravioleta

 La radiación ultravioleta generada colabora para la exterminio de elementos orgánicos en el agua de la piscina, mediante procesos de fotolisis y foto-oxidación, consiguiendo además la destrucción de las cloraminas sin alteras las propiedades usuales del agua.

    Además de estos sistemas de desinfección, no debemos olvidar la necesidad de comprobar los variados categorías de ph y cloro libre de nuestra piscina, por lo que resulta muy apropiado la inclusión de sistemas automáticos de control de estos parámetros, y los cuales en múltiples casos, ya son ofrecidos en conexión con sistemas de cloración salina para ser instalados simultáneamente.   

Razones por las que emplear cloración salina en piscinas en Puerto de San Vicente

A continuación vamos a pasar a enumerar una secuencia de las razones, por las cuales entendemos que la cloración salina es un recurso apropiado para la desinfección del agua de nuestra piscina.
    Aunque en otros territorios, hablamos de un sistema absolutamente instaurado y muy popular, en España hay existe cierto desconocimiento al respecto, según algunos estudios, su uso hoy en día en el mercado español, no supera el 20% del parque de piscinas que existe, aunque es indudable, que un numeroso porcentaje de las piscinas de obra , realizadas por nuestra empresa de construcción de piscinas, ya aconsejamos a los clientes su instalación, y ya se equipa con este sistema y cada vez más dueños de piscinas de obra, con sistemas usuales, se meditan el cambio.

     Estas son, a nuestro pensar, algunas de las más grandes capacidades de la cloración salina:   

MAYOR CALIDAD DEL AGUA. La necesidad de añadir productos químicos a la piscina se reduce absolutamente, pudiéndose llegar a limitar al uso de productos para inspeccionar el PH de la piscina. Ayuda a prevenir los típicos picores de ojos, la piel reseca o los bañadores “pasados” por el efecto de los químicos.

    MENOR MANTENIMIENTO. Al tener menor necesidad de otros productos, por ende la necesidad de conservación se reduce. asimismo, la necesidad de sal, puede surgir de únicamente una vez cada temporada, con lo que tampoco debemos estar atentos de echar más o menos sal cada cierto tiempo. De hecho, muchos de los cloradores salinos que hoy en día se comercializan contienen sistemas de indicación en relación a los niveles de sal del agua, informando cuando es exigido echar más sal a la piscina.

    MÁS ECOLÓGICO. se trata de un sistema que lógicamente resulta más ecológico y saludable que otros sistemas que de bastantes aportaciones de químicos.

    ECONÓMICO. El coste inicial del sistema resulta costoso, aunque cada temporada se vaya ajustando más. Pero una vez pasados los primeros años (su amortización tiende a ser veloz en múltiples equipos), los costos de conservación son muy bajos. Y los costos del recambio de la célula electrolítica cada vez son más reducidos.

    MENORES POSIBILIDADES DE GENERAR ALGAS O SUFRIR CONGELACIONES.

Con la electrólisis salina resulta primeramente complicado la aparición de algas en la piscina. Además dada la ínfima concentración de sal que hallamos en el agua, se complica la posibilidad de que el agua de la piscina se congele a bajas temperaturas.

    Con todo esto, no pretendemos convidar a comprender que otros sistemas no son de todas manera recomendables, de hecho, algunos de ellos tienen la probabilidad de serlo igual que la cloración salina, pero a lo mejor, especialmente para un uso privado, sea un sistema práctico, que no conlleve por parte del consumidor, bastantes conocimientos o examinar acertadamente parámetros usados para otros sistemas como tienen la posibilidad de ser los elementos químicos, con los cuales suele ser reiterativo excederse en la medida de producto necesario, de cara a poder estar menos pendiente, pero,que en el final puede ser contraproducente.
    De todos modos, y ponemos de ejemplo el mantenimiento con la ayuda de sustancias químicas, ante la oposición de hoy en día de otros sistemas, se afanan en tener productos cada vez más conseguidos, menos agresivos y más saludables.

Si llegaste hasta aquí es que seguramente ya conoces que la sal es un elemento importante en el actuación de los equipos de cloración salina. Todo se sintetiza en una reacción de electrólisis partiendo del agua de la piscina con una mínima concentración de sal, dependiendo de las cualidades del clorador salino.
     Primaramente se genera sosa (NaOH), Hidrógeno (H2 ) y Cloro (Cl2). Éste último se disuelve en el agua formando ácido hipocloroso (HClO; desinfectante y oxidante).

    Para acabar, se produce una última resistencia de neutralización entre la sosa y el ácido clorhídrico, formando nuevamente sal, en un circuito cerrado y sin ninguna pérdida de producto.
    Dicho esto, ¿Podemos usar cualquier clase de sal para la piscina? Teóricamente, SÍ.
   ¿Es recomendable? Absolutamente NO.
    Mientras mejor pureza tenga la sal utilizada, mejor limpieza en el agua, mayúscula vida útil de las células electrolíticas del clorador y menor conservación de la piscina.
    Como podemos ver, el tipo de sal que decidamos emplear no sólo repercutirá en la calidad del agua en el que nos estamos bañando no solo impactará a los costos asociados al funcionamiento de la piscina, y el tiempo invertido en su mantenimiento.

    ¿Cuáles son los tipos de sal más empleados en piscinas con cloradores salinos en {poblacion(municipio)?

Sal Marina

La elección más habitual, con un precio más bajo. Es la sal que comúnmente más se ha utilizado, más que nada en el primer uso.

Sal Vacuum

Sal fina deshidratada con una amplia simplicidad de disolución. La podemos comprar en diferentes formatos (estándar, pastillas, píldoras…), lo que simplificará su aplicación en cada caso.
    Sal Epsom (sales de magnesio). Sales sustraidas de manera inmediata de aguas con una muy elevada concentración de la misma. Su uso es más riterado en flotariums, zonas spa, etc…

    Pastillas Multifunción con sales

No se habla únicamente de sal sino de la composición de sal con diferentes productos que nos asisten en el conservación habitual de la piscina.
    Son primordialmente recomendables si el uso de la piscina es esencialmente intensivo.